Pocos días son tan importantes para una pareja como el día de su boda. A todos les gusta recordar esos momentos y las fotografías que se tomen ese día serán el primer vehículo para rememorarlo. Por ello, presentamos a continuación algunos consejos que vale la pena considerar antes de decidirse a contratar a un fotógrafo, ya que el será el encargado de plasmar esos momentos para la memoria.

En primer lugar, es fundamental tener los planes generales y concretos de la boda antes de ponerse a pensar en los detalles. Un consejo que puede servir no sólo para la contratación del fotógrafo sino para cada una de las cosas en las que tendrás que pensar en preparación para ese día: hazlo ordenadamente. Piensa en el tipo de boda que quieres, el lugar, el grado de formalidad, el número de invitados, etc. Una vez que tengas en claro todo esto, podrás comenzar a buscar el fotógrafo.

El motivo de proceder así es que no todos los fotografos de bodas son realmente buenos en todas las circunstancias. Algunos trabajan mejor con luz natural y, por lo tanto, los preferirás en caso de que tu ceremonia y tu fiesta sean en un jardín pero, por el contrario, hay fotógrafos cuya especialidad es aprovechar la luz de flash, así que si te casas de noche y quieres que la iluminación sea escasa, preferirás al segundo.

No hay un estándar establecido para el porcentaje del total de tu presupuesto que debes destinar a la fotografia y video, pero vale la pena que consideres cuánto te has gastado ya en otras cosas y a partir de allí hagas un cálculo. Está bien que uno quiera al mejor para su fiesta pero si la fotografía va a costar lo mismo que el banquete, algo no está funcionando. Aprovecha bien el dinero y cíñete a tu presupuesto.

También hay que pensar si quieres fotos específicas y cuáles. A muchas parejas les gustan las fotografías tipo estudio para luego ponerlas en la sala de sus casas, muy tradicionales; a otros les desagradan éstas y prefieren sólo las tomas espontáneas. Hay muchos otros tipos de fotos, como las de grupo, cada quien con su familia, el novio y sus amigos, la novia con las damas, etc.

Lo más importante, al final, es conocer al fotógrafo y ver muestras de su trabajo. Si lo conoces y te da confianza, adelante, es el indicado. Si no termina de convencerte, no importa, ¡sigue buscando! Lo más importante es que ese día se conserve y se vea bien.